Boeing, enfrentado a problemas de calidad y seguridad en sus aviones, anuncia la salida de su CEO Dave Calhoun a finales de 2024. Las dificultades de la empresa se vieron exacerbadas por los accidentes de dos 737 MAX 8 en 2018 y 2019, así como por la pandemia de Covid-19.
La salida de Calhoun se produjo después de varios incidentes, incluido el de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines en enero, que puso de relieve problemas de incumplimiento en la producción. Su predecesor, Dennis Muilenburg, también fue criticado por su gestión durante las crisis anteriores.
Además de la salida de Calhoun, se anunciaron otros cambios importantes, incluyendo la sustitución de Stan Deal por Stephanie Pope como jefe de la división de aviación comercial. Steve Mollenkopf ocupa la presidencia de la junta.
A pesar de estos cambios, los expertos señalan que se necesitan mejoras operativas, especialmente en las plantas de producción de Boeing. Los problemas de calidad persisten desde hace décadas.
Boeing congeló su producción en 737 después de que la FAA comunicara problemas de incumplimiento. Las compañías aéreas han expresado su descontento por los retrasos en la entrega, lo que ha dado lugar a ajustes en sus programas de vuelo y a la congelación de la contratación.
Michael O’Leary, jefe de Ryanair, celebró los cambios anunciados por Boeing, calificándolos de indispensables.