Nike está atravesando un período de transición notable, Destacando una estrategia centrada en el desarrollo de nuevos productos en detrimento de sus líneas clásicas, como las zapatillas Air Force 1. Esta evolución se produce en un momento en que Nike pierde cuota de mercado frente a marcas emergentes como On y Hoka, en el campo de las zapatillas de correr. El director financiero de Nike, Matt Friend, anunció una reducción en la oferta de calzado clásico para centrarse en nuevos lanzamientos y desarrollo de productos innovadores, marcando un cambio significativo en comparación con cinco años antes.
En el último trimestre cerrado a finales de febrero, Nike registró un crecimiento modesto gracias a su marca principal, pero Converse retrocedió. Para el año siguiente, Nike planea mejorar sus ingresos y márgenes, aunque las ventas del primer semestre pueden disminuir ligeramente. Sin embargo, los analistas están divididos en cuanto a si esta orientación hacia la innovación será suficiente para corregir la situación, algunos sugieren que la fuerte dependencia de los productos históricos podría ser un error.
Los resultados trimestrales de Nike fueron inicialmente bien recibidos por el mercado, pero la conferencia de presentación resultó en una caída de casi el 6% del precio de las acciones. Incluso el anuncio de la victoria del contrato de equipamiento de la selección nacional alemana de fútbol no pudo deleitar a los inversores. Las decepcionantes previsiones de Lululemon en el sector textil deportivo también han tenido un impacto negativo en el mercado.
Los comentarios de los analistas señalan una lectura mixta para los pares europeos, que refleja las previsiones a la baja y los desafíos en la gestión del ciclo de vida de los productos, lo que podría afectar a los márgenes brutos. Esta situación podría incitar a otros agentes del mercado a revisar sus propias estrategias. Además, la reacción de Nike a la pérdida de cuota de mercado y las perspectivas de muchos menos favorables podrían ejercer una presión adicional sobre los pares europeos, especialmente en un contexto en el que los mercados chinos ya están bajo presión.